Autores: Daniel Brinduse, Adela Rendón-Ramírez
País: España
La anemia es una enfermedad común en la población mundial, una de las causas es el volumen insuficiente de eritrocitos que no aportan el oxígeno tisular necesario.
Esto se debe a una deficiencia del micronutriente hierro, el cual es necesario para la formación de hemoglobina.
El tipo de anemia más común es la ferropénica, la cual puede ser causada por una deficiencia de absorción de hierro (por problemas intestinales), un aporte nutricional de hierro disminuido, así como una pérdida de éste por destrucción de glóbulos rojos, incluyendo hemorragias (2,3).
Esta deficiencia de reservas férricas provoca síntomas de fatiga, debilidad e incluso parestesias o problemas respiratorios. Un tratamiento eficaz ante las anemias es la mejora de la absorción del hierro, con lo cual el transporte de oxígeno se verá aumentado, y con él la función metabólica y las actividades oxidativas del organismo (3).
El hierro que conforma las reservas en el organismo (biodisponibilidad) para su posterior transformación a hemoglobina es transportado por la transferrina. La biodisponibilidad de este mineral está influenciada por factores extrínsecos, los cuales son modificados por las características dietéticas.
Podemos destacar el estado inmunonutricional en la anemia, siendo los factores intrínsecos unas variables esenciales en cuanto a la biodisponibilidad del hierro y su metabolismo. En relación con las reservas de hierro en la ferritina, cabe decir que son inversamente proporcionales a la absorción del hierro, por ello ésta última se verá aumentada en momentos de déficit de hierro como, por ejemplo; anemias
hemolíticas.
Este trabajo se centrará en las modificaciones de factores extrínsecos, especialmente en los aspectos dietético-nutricionales, con la finalidad de aportar posibles estrategias mediante el consumo de legumbres que optimicen la asimilación del hierro y su biodisponibilidad.
Para proporcionar mejoras en cuanto a la bioreserva de este mineral, deben conocerse antes las características fisicoquímicas del hierro, que apuntan a su metabolismo y absorción, así como la variación del porcentaje de hierro biológicamente disponible en los alimentos.
«El hierro se encuentra en el organismo en dos estados, dependiendo de si es insoluble: en su forma oxidada o férrica (Fe+3) o soluble: en su forma reducida o ferrosa (Fe+2). Además, la absorción del hierro se ve influenciada también por el pH gástrico, siendo óptima la solubilidad de este catión a un pH ácido. Sin embargo, la solubilidad (mediante su reducción a grupo hemo) puede mantenerse estable en medios más básicos en presencia de vitamina C o ácido absórbico (4).»
Para optimizar la absorción del hierro en el organismo, es importante considerar, no sólo cómo se combinan los nutrientes, sino las fuentes nutricionales que van a aportar este mineral.
De entre todos los alimentos que puedan aportar hierro, las carnes y los lácteos pueden proporcionar cantidades importantes del grupo hemo. Destacando que los lácteos impiden su absorción debido a la presencia de proteína caseína, que actúa como quelante de los cationes Fe+2 y Fe+3(4,5). Es por ello, que las fuentes vegetales suponen un gran aporte nutricional de hierro.
De entre los vegetales, las legumbres son un factor dietético clave para el buen mantenimiento de los niveles de Fe en el organismo, ya que su contenido en Fe es mayor al de los cereales. Sin embargo, las legumbres contienen fitatos, unos quelantes de este metal que pueden inhibir su absorción, y con ello su biodisponibilidad. No obstante, recientes estudios han concluido que este compuesto inhibidor puede contrarrestarse al tratar las legumbres a altas temperaturas (5).
La principal fuente de este mineral en los países en vías de desarrollo es de origen vegetal, mayoritariamente las leguminosas. Aunque el porcentaje de absorción del hierro en éstas es del 10%, el total de su contenido en hierro está presente en forma no hemo (Fe+3), con lo cual necesita de un pH ácido para poder ser reducido y solubilizado, mediante la oxidorreductasa, a su forma hemo (Fe+2) y posteriormente absorbido en el duodeno proximal (1,4,6). A pesar de que el porcentaje de absorción no es tan alto en las legumbres, la literatura no ha aportado mecanismos inhibitorios, más allá de los fitatos anteriormente mencionados, que intervengan en la absorción del metal, al contrario que en otras fuentes férricas.
De entre las estrategias que se quiere aportar para mejorar la absorción del hierro, se ha querido recalcar la importancia de la interacción de nutrientes y su efecto nutricional. Por ello, la combinación de alimentos en el momento de la ingesta de hierro tiene un papel clave en su asimilación. Es importante remarcar la sinergia entre la vitamina C, ya citada, y la de este mineral y la importancia de cocinar las legumbres a altas temperaturas (eliminando los fitatos), junto con alimentos como brócoli y pimiento rojo (estos últimos ricos en vitamina C). Además, se propone la ingesta de cítricos como naranjas, kiwis o grosellas, que aumentarían la cantidad de ácido ascórbico, optimizando y potenciando así la biodisponibilidad del hierro (2,3,5).
Otra sugerencia para evitar su efecto inhibidor en cuanto a la absorción es evitar el consumo de lácteos, especialmente la leche, en ingestas que contengan concentraciones de hierro considerables. Sugiero que se debería rehuir su consumo en conjunto con alimentos ricos en taninos y polifenoles como el cacao, el té o el café. Es por ello por lo que, si se toman estos alimentos, se recomendaría dejar pasar unas horas para la toma de alimentos que promuevan las reservas de hierro en la ferritina.
Por último, cabe mencionar la importancia de tener en cuenta los requerimientos nutricionales de cada paciente según el grupo al que pertenezcan ya que las pérdidas y necesidades de hierro difieren según el sexo, la edad y, especialmente en las mujeres, la etapa del ciclo reproductivo en que se encuentren.
BIBLIOGRAFÍA
- Weinborn V, Pizarro F, Olivares M, Brito A, Arredondo M, Flores S, Valenzuela C. The Effect of Plant Proteins Derived from Cereals and Legumes on Heme Iron Absorption. Nutrients. 2015 Oct 30;7(11):8977-86. doi: 10.3390/nu7115446. PMID: 26529009; PMCID: PMC4663574.
- Purushothaman V, M A, Tsou SC, S S. Supplementing iron bioavailability enhanced mung bean. Asia Pac J Clin Nutr. 2008;17 Suppl 1:99-102. PMID: 18296312.
- García-Casal MN. Nuevas alternativas en la prevención de la deficiencia de hierro. Uso de la ingeniería genética en la modificación de alimentos [New alternatives in the prevention of iron deficiency. Use of genetic engineering in food modification]. Arch Latinoam Nutr. 1999 Sep;49(3 Suppl 2):47S-51S. Spanish. PMID: 10971836.
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- Milman N. T. (2020). A Review of Nutrients and Compounds, Which Promote or Inhibit Intestinal Iron Absorption: Making a Platform for Dietary Measures That Can Reduce Iron Uptake in Patients with Genetic Haemochromatosis. Journal of nutrition and metabolism, 2020, 7373498. https://doi.org/10.1155/2020/7373498
- European Food Safety Authority (EFSA) Scientific opinion on dietaryreference values for iron. EFSA panel on dietetic products, nutrition and allergies. EFSA Journal. 2015;13(10):p. 4254.
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